¿Sabías que existe un seguro de un seguro? Aunque pueda parecer redundante, la figura del reaseguro es cada vez más común y no es algo nuevo. Vamos a ver cómo funciona, las diferencias y los tipos existentes.
Definición
Por definición, un reaseguro es un contrato entre dos aseguradoras. En este caso, la reaseguradora cubre parte del riesgo que asume otra aseguradora, la cual a su vez está dando cobertura a una persona física o jurídica.
En resumen, es el seguro que contrata la aseguradora para protegerse de imprevistos. Es muy común verlo en situaciones donde hay que asumir una indemnización muy costosa (de siniestros) o para evitar riesgos (de riesgos). De este modo, la empresa aseguradora se cubre las espaldas y evita las graves pérdidas económicas ante siniestros de cuantía muy elevada.
Así pues, no hay una diferencia real entre el seguro y el reaseguro, salvo en que el segundo lo contrata una aseguradora para cubrir y minimizar el riesgo de cubrir un seguro.
La mayoría de empresas aseguradoras tienen una filial encargada de reaseguros, ya que es una actividad ampliamente extendida y regulada desde los años 80.
Diferencia entre reaseguro y coaseguro
Mucha gente no distingue la diferencia entre estas dos modalidades, pero sí que existe. En ambos casos, participan dos o más aseguradoras, pero en el coaseguro ambas cubren el riesgo del particular o la empresa, respondiendo directamente ante él.
De este modo, aquí varias aseguradoras comparten el mismo riesgo. En la otra modalidad anteriormente vista, una compañía cubre el riesgo del cliente y contrata a una reaseguradora para cubrirse las espaldas, la cual no trabaja directamente con la empresa o particular.
No hay que confundirlo con el reaseguro de Pool. Es similar al coaseguro, aunque siendo el cliente la compañía aseguradora. En este caso, el riesgo queda repartido entre varias compañías reaseguradoras.
Reparto de primas y de responsabilidad
Dentro de esta modalidad, hay diferente responsabilidad entre aseguradora y reaseguradora. La parte del riesgo o riesgo que son asumidos por la empresa reaseguradora se conocen como reaseguro activo o aceptado. Aquí, hay dos tipos de repartos de prima:
- Reaseguros proporcionales: en este caso, la reaseguradora y la aseguradora participan en el riesgo de forma proporcional. Esta responsabilidad se calcula entre la proporción de la prima que paga el cliente y la que paga la compañía que lo asegura.
- No proporcionales: la responsabilidad de la compañía que reasegura está limitada a una cantidad económica determinada. Si se pasa de ahí, lo pagará la aseguradora, funcionando al revés que un seguro con franquicia.
Además, hay que distinguir entre el reaseguro obligatorio, el simple y el facultativo obligatorio. En el obligatorio, se firma un contrato donde la compañía aseguradora le cede parte del negocio a la reaseguradora, aceptando los riesgos a cambio. El simple o facultativo cubre el riesgo con un contrato específico que indica las condiciones. Con el facultativo-obligatorio, se obliga al reasegurador a aceptar todos los reaseguros del asegurador, aunque no tiene que ofrecer todos sus riesgos.
Tipos
Dentro de esta modalidad, hay varios tipos, los cuales vamos a explicar uno por uno.
De riesgos
Hay tres modalidades en el que cubre riesgos:
- Reaseguro de excedente: El reasegurador participa en los riesgos, pero lo hace en una proporción variable. La proporción depende de la peligrosidad de los riesgos, determinada en la llamada tabla de plenos. Además, depende de la capacidad del contrato, es decir, del número de plenos que se haya aceptado y lo que se retenga.
- Mixto: en el mixto, se asume un porcentaje de los riesgos y una participación del excedente que tiene el asegurador directo.
- Cuota parte: como su nombre indica, paga un tanto por ciento de los siniestros. Sería igual al reaseguro proporcional.
Reaseguro de siniestros
El de siniestros se divide en dos modalidades:
- Stop loss: el reaseguro stop los fija un límite de daños para todos los siniestros, abonando el exceso del límite anual la compañía reaseguradora.
Excess of loss: aquí ocurre al contrario, es decir, la compañía reasegurada asume el exceso del límite en cada siniestro.